
El cierre de un ciclo siempre nos invita a reflexionar sobre lo vivido y a preguntarnos: ¿qué estoy dispuesto a soltar para avanzar con ligereza hacia el futuro? Aunque es habitual hacer propósitos para el Año Nuevo, muchas veces olvidamos trabajar en el aspecto más importante: nuestras emociones.
Cargamos culpas, resentimientos, miedos al cambio, y esto actúa como un peso invisible que nos impide avanzar. El cierre de ciclos no solo está en la mente, está en las emociones. Si no sanamos, seguimos arrastrando viejas heridas.
¿Por qué es importante dejar ir?
Sanar las heridas emocionales no solo libera el pasado, sino que también empodera tu presente.
El acto de dejar ir no es simplemente olvidar lo que nos ha dolido o ignorar nuestras emociones. Se trata de enfrentarlas, sentirlas y permitir que fluyan para liberarnos. Las emociones reprimidas no desaparecen, se quedan atrapadas en el subconsciente y, si no se procesan, influyen en el día a día de maneras que ni siquiera imaginamos.
Esto puede manifestarse como patrones repetitivos en relaciones, ansiedad o incluso molestias físicas. Ignorar las emociones es como tapar una válvula en una olla a presión: tarde o temprano, esa presión encontrará una forma de salir.
La Técnica RIE: Una herramienta para liberar emociones
Para soltar los bloqueos emocionales que nos impiden avanzar, utilizo un método que he desarrollado y aplicado con éxito en mis sesiones: RIE (Reconoce, Identifica y Elimina). Este proceso es sencillo, práctico y puede integrarse fácilmente en el día a día.
Reconoce: Tómate un momento para identificar lo que estás sintiendo. ¿Es tristeza, enojo, miedo o frustración? Darle un nombre a la emoción es el primer paso.
Identifica: Nota dónde sientes esa emoción en tu cuerpo. Puede ser un nudo en la garganta, presión en el pecho o tensión en el estómago. Incluso podría sorprenderte y manifestarse en lugares inesperados, como una rodilla o la espalda.
Elimina: Siente la emoción completamente, sin analizarla ni juzgarla. Permítete experimentar esa sensación física. A medida que haces esto, notarás cómo la emoción comienza a disiparse naturalmente.
Cómo aplicar este método en tu vida diaria
Lo mejor de la Técnica RIE es que puedes usarla en cualquier situación. Por ejemplo:
Antes de un evento importante (como una entrevista de trabajo): Libera el miedo o la ansiedad que pueda estar bloqueándote.
Durante una experiencia desafiante: Si sientes enojo o frustración, aplica el método en ese mismo momento para evitar una reacción impulsiva.
Después de una situación difícil: Procesa cualquier emoción pendiente para evitar que se acumule y te pese más adelante.
Dejar ir no significa ignorar nuestras emociones, sino enfrentarlas con valentía y permitir que se disipen. Solo así podemos abrir espacio para la paz interior.
Dejar ir no significa ignorar nuestras emociones, sino enfrentarlas con valentía y permitir que se disipen.
Reflexión para el Año Nuevo

El inicio de un nuevo año es una oportunidad perfecta para reflexionar sobre aquello que queremos dejar atrás y lo que queremos atraer a nuestras vidas. A menudo olvidamos que la paz, la felicidad y la fuerza no están fuera de nosotros, sino dentro. Lo único que necesitamos es soltar los bloqueos emocionales que las ocultan.
Cuando procesamos nuestras emociones, nos liberamos del pasado y abrimos espacio para un futuro más pleno y luminoso.
La paz, la felicidad y la fuerza no están fuera de nosotros; están dentro.
Consejos prácticos para empezar a brillar este año
Dedica unos minutos al día para practicar la Técnica RIE. Comienza con emociones pequeñas para familiarizarte con el proceso.
Rodéate de personas y actividades que te inspiren paz y alegría.
Reflexiona sobre los patrones emocionales que repites y pregúntate: ¿qué estoy listo para dejar ir?
Escribe tus propósitos no solo desde lo que quieres lograr, sino desde cómo quieres sentirte: en paz, libre, feliz.
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